Con su vibrante color anaranjado, textura crujiente, sin semillas, y un tamaño que puede alcanzar los 400 gramos, los kakis de la variedad Rojo Brillante cultivados en España son reconocidos por su excepcional calidad y su delicioso sabor, dulce y suave.
Estos frutos se cultivan bajo el cálido sol del Mediterráneo, donde los árboles absorben todos los nutrientes esenciales para su desarrollo. La región es famosa por la fertilidad de sus tierras y su clima templado, que junto con una arraigada tradición agrícola, otorgan a los kakis un color único, una piel firme y un sabor inigualable.
El proceso de consumo no comienza inmediatamente tras la cosecha. Los frutos se almacenan en cámaras especiales durante unas 20 horas para eliminar su astringencia. Luego, se seleccionan cuidadosamente a mano según su tamaño y color. Los kakis pueden disfrutarse frescos, incluso con su piel, o incorporarse en ensaladas y mermeladas, aportando siempre su dulce y característico sabor.